domingo, 29 de marzo de 2015

Las andanzas y desventuras de San Iker.

 Sepa vuestra merced que yo, Iker Casillas Fernandez, que durante un tiempo fui apodado como San Iker o el Santo, tras mis actuaciones en mundiales y eurocopas, mas todo eso cambió.

 Y como Vuestra Merced me ha pedido que le relate el caso por extenso me pareció contarlo todo desde el principio para que así pueda comprenderlo sin problemas.

 De mi niñez poco hay que contar, desde pequeño disfruté con el balón mas no me costó descubrir que era mas feliz parándolo que chutándolo. Desde los seis años formé parte del Real Madrid FC, equipo en el que aún me mantengo.

 Con tan solo dieciséis años fui sacado de clase para ir a Noruega a un partido internacional, en el que al final no participé. Desde ese momento no dejé de subir en calidad y fama, ganando torneos internacionales y nacionales con mi club. Poco después también comencé a ganar premios individuales, pero la importancia de esos es menor.

 Mi vida era genial pero mi desgracia llegó con José Mário dos santos Mourinho Félix, el anterior entrenador del club del que soy capitán. Todo ocurrió tras uno de esos partidos conocidos como clásicos en el que el juego limpio brilló por su ausencia. Al día siguiente emití un comunicado pidiendo disculpas, pero a mi entrenador no le agradó mucho. Y a partir de ese momento comencé a pasar los partidos en la banca. Y, cuando volví a jugar, me lesioné y estuve un tiempo sin poder hacerlo, mas al volver seguí en el banquillo.

 Cuando este hombre se marchó y lo sustituyó el actual, Mr. Ancelotti, volví a la titularidad pero no era lo mismo, dentro de mi propio club y mi propia selección la gente no confía ya en mí.

 De lo que aquí en adelante sucediere avisaré a vuestra merced.

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